Atienza, la peña fuerte que el Cid no pudo conquistar
- Pepin Colocon
- 1 mar
- 1 Min. de lectura

El Cid, en su camino hacia el destierro, se encontró con este castillo inexpugnable. Aunque no logró conquistarlo, su presencia en la zona dejó una huella imborrable en la historia de Atienza. La mención en el cantar inmortalizó la fortaleza, convirtiéndola en un símbolo de resistencia y fortaleza.
A lo largo de los siglos, el Castillo de Atienza ha sido escenario de numerosos acontecimientos históricos. Fue testigo de luchas entre cristianos y musulmanes, y más tarde, de las guerras de la Reconquista. Sus muros han albergado a reyes y nobles, y sus mazmorras han encerrado a prisioneros.
Hoy, el Castillo de Atienza se alza como un monumento histórico, un recordatorio de un pasado glorioso. Sus ruinas evocan la grandeza de antaño, y sus piedras susurran historias de caballeros y batallas. Al recorrer sus murallas, uno puede sentir la presencia del Cid, el eco de sus pasos resonando en el tiempo.
El Castillo de Atienza es mucho más que una fortaleza. Es un símbolo de la historia de España, un lugar donde la leyenda y la realidad se entrelazan. Y su vínculo con el Cid, el héroe castellano, le añade un aura de misterio y fascinación.
Si alguna vez tienes la oportunidad de visitar Atienza, no dudes en explorar su castillo. Te aseguro que te transportarás a una época de caballeros y batallas, y que sentirás la presencia del Cid, el héroe que nunca pudo conquistar esta "peña muy fuerte".
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